La mordedura de la araña viuda negra
La rápida mordedura de la araña viuda negra tiene el poder de paralizar a su presa. Puesto que el veneno de la araña viuda negra tiene toxinas que afectan el sistema nervioso, víctimas mucho más grandes que la araña misma pueden también experimentar parálisis.
Algunas personas mordidas por la viuda negra ocasionalmente experimentan mínimos efectos. Sin embargo, otros individuos pueden experimentar síntomas severos que pueden conducirlos a la muerte. La edad de la víctima y sus condiciones de salud, son factores importantes en la severidad de los síntomas. Niños, jóvenes y pacientes mayores corren mucho más riesgo, al igual que las personas con un sistema inmunológico comprometido y problemas de corazón.
Después de una mordedura, el área alrededor se vuelve rojiza y puede presentarse una inflamación local. A las dos o tres horas siguientes, un dolor intenso, acompañado de espasmos, afecta los miembros, el abdomen y la espalda de la víctima que ha sido mordida. Esta condición puede persistir por más de 48 horas y estar acompañada de náuseas y respiración difícil. Si la mordedura de la araña viuda negra no es tratada, puede ocasionar la muerte de la víctima, precedida por temblores, convulsiones e inconsciencia.
Los individuos que experimentan reacciones extremas deben buscar atención médica inmediata, una vez se identifique la mordedura de la araña viuda negra. Los doctores comúnmente tratan estas mordeduras con gluconato de calcio y tratamientos anti-venenosos. Antisépticos aplicados directamente a la herida también ayudan a controlar la infección.
Las crías de la araña viuda negra
Evolución de la araña viuda negra
Los huevos de la araña viuda negra
Peligro de la araña viuda negra
La araña viuda negra del norte
El macho de la araña viuda negra
La araña hembra de la viuda negra
El veneno de la araña viuda negra
Las arañas venenosas y la araña viuda negra
La actividad de la viuda negra durante climas fríos
Origen del nombre de la aran viuda negra
Extinción de la araña viuda negra
Las telarañas de la viuda negra